Los nachos son un snack que gustan a la mayoría de personas, y es que pegan con tantas salsas, de queso, de tomate, con hummus, guacamole y pare de contar. Hoy comparto unos nachos caseros de quinoa, arroz y semillas de lino, realmente ¡B-U-E-N-O-S! crujientes y con el sabor caramelizados de todos lo ingredientes, una verdadera delicia.
Esta es una de esas recetas que quedan en mi favoritas, es sencilla, y puedes jugar con los ingredientes que tengas en la despensa. Por ejemplo si no tienes quinoa, puedes sustituirla por otro cereal o por más arroz, también puedes jugar con las semillas.
Les coloque de nombre «nachos», muy bien se podrían llamar galletas saladas crujientes, ya que se parecen tanto a los nachos en sabor, como a las galletas saladas. Lo cual es una excelente noticias para los intolerantes al gluten, ya que serían unas galletas saladas sin gluten, así que si eres uno de ellos, aquí tienes una idea más para tus recetas, o si conoces a algún amigo o familiar con esta intolerancia, seguro que le encantarán, será un excelente regalo.
La receta de nachos de quinoa, arroz y semillas varias, es bastante fácil, se preparan con quinoa y arroz cocidos como de costumbre, como un arroz normal. Para los que no están muy familiarizados con la quinoa, lo recomendable antes de ponerla a cocinar es, lavarla en colador con agua corriente durante unos 3 minutos aproximados y removiendo con la mano. Luego de ello se cocina igual que el arroz y verás que se duplica en volumen también, lo demás es bastante sencillo y te lo explico con detalle más abajo.
Lo bueno de estas galletas saladas, es que gustan a chicos y grandes, mi peque estaba encantado con estos nachos, y lo mejor de todo es que tienen alto valor nutritivo, así que los más pequeños de la casa le vendrán muy bien. Yo usé arroz blanco porque era lo que tenía, pero también puedes usar arroz integral y agregar mayor cantidad de nutrientes.
La quinoa es realmente una semilla pero por su alto valor nutritivo también es conocido como seudocereal y usado como tal. Tiene grandes beneficios y en los últimos años se ha popularizado de tal manera, que puedes encontrar infinidades de recetas con ella, dulces o saladas. Tiene un sabor como a almendra que se intensifica cuando se tuesta, y es muy versátil en la cocina, se amalgama muy bien a gran variedad de acompañantes y a estos nachos le da un toque especial, me quedo muy a gusto de utilizarla.
En cuanto a las demás semillas, la de lino muy conocida también en sus grandes beneficios para la salud, así como también, las semillas de sésamo (ajonjolí) y las de amapola. Las semillas a usar son al gusto, yo usé estas porque son las que tenía en la despensa, igualmente puedes hacer tu, puedes usar las que más te gusten.
Específicamente estos nachos los hemos comido con «Hummus de habichuelas rojas» (que en breve compartiré la receta Pincha en el título para acceder a la receta del hummus), el resultado ha sido de escandolo, de verdad que no tienen nada que envidiarle a los nachos normales, el plus de ser super saludables, y la magia de que sean caseros, no se los quita nadie. Vamos con la receta.
Nachos o galletas saladas de quinoa, arroz y semillas de lino
Ingredientes:
- 1 y 1/2 tazas de arroz cocido *
- 1 y 1/2 tazas de quinoa cocida**
- 1/4 de taza de semillas de lino
- 1/3 de taza de semillas de sésamo
- 2 cdas de semillas de amapola
- 1 y 1/2 cdas de salsa de soja***
- 2 cdas de aceite vegetal
- 1 cdita rasa de sal
- 1 cda de azúcar
* Puedes sustituir el arroz blanco por arroz integral.
** Si no encuentras quinoa puedes sustituirlo por arroz.
*** Para los intolerantes al gluten, vigilar que realmente no contenga gluten, normalmente lo contiene, en ese caso prescindir de la soja o buscar uno sin gluten.
Preparación:
1. Antes de comenzar, colocar en remojo las semillas de lino al menos unos 30 minutos. Yo agregué la misma cantidad de agua que de semillas de lino.
2. Con la ayuda de un procesador, tritura el arroz cocido, la quinoa cocida y las semillas de lino con el agua de remojo, que ya la absorbido el lino.
3. Añade los demás ingredientes y amásalo todo con las manos hasta que todo esté bien integrado, notarás una masa densa y pegajosa, así tiene que ser. Cubre con papel de film y deja reposar en la nevera al menos 30 minutos.
4. Saca la masa de la nevera y divídela en porciones, yo hice 4 porciones iguales.
5. Como la masa es muy pegajosa y algo difícil de manejar, para extender cada porción, utiliza papel de film tanto por debajo, como por encima, de manera que con ayuda del rodillo y el papel de film podamos extenderla con mayor facilidad. El grosor al que debes llegar es el mínimo, es decir lo más fina que podamos extenderla sin que se rompa. La idea es, que entre más fina mejor, ya que al hornearlas quedaran perfectamente crujientes.
6. Con ayuda de un cuchillo o un cortado de pizza, hacer unos cortes diagonales como en la foto, por encima del papel de film, de manera que queden en la medida de lo posible, nachos en forma de rombo.
7. Muy pero muy cuidadosamente quitaremos el papel de film de la parte superior. Colocamos papel de horno en una bandeja, y de nuevo con mucho cuidado y con ayuda del papel de film de debajo de nuestra masa de nacho, los volcamos encima de la bandeja preparada con papel de horno. Verás que es muy pegajosa la masa y si lo haces con sumo cuidado no se despegara del papel de film, más bien lo tendrás que quitar tu con cuidado para no romper las galletas que son muy débiles al movimiento.
8. Precalienta el horno 180 ºC durante diez minutos. Hornea los nachos durante 30 – 35 minutos, o hasta que estén bien dorados y crujientes.
9. Dejalos enfriar en una rejilla, y listo tienes tus nachos caseros de quinoa, arroz y semillas de lino, delicioso y crujientes, que puedes acompañar con lo que más te guste.
¡Buen provecho!
Notas:
- Para obtener 1 taza y media aproximada de arroz cocido y de quinoa, coloqué a cocinar 1/2 taza de cada uno por separado. Da un poco más de taza y media, yo utilicé todo lo cocido de los dos.
- Usé 2 de las porciones y las otras dos las metí en el congelador, para el momento en que las necesite, descongelarla y hacer mis nachos. Congelado puede durar perfectamente unos 1 mes.
- La idea es, que entre más fina mejor, ya que al hornearlos quedaran perfectamente crujientes. Verás que las partes más gruesas quizá no estén tan crujientes, así que mejor que estén bien finas.
- Una vez estén fríos, guardarlos en un recipiente hermético, duran crujiente 2 días si están bien almacenados
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