Ya sabes como me gustar viajar entre sabores y conocer las curiosidades gastronómicas que se cuecen en otras latitudes. Mi ciudad de origen es en plena montaña, y siempre he sido de cocinar poco los alimentos del mar. Actualmente me arriesgo mucho más en el tema e investigo y cocino más productos del mar.
Como siempre intento compartir contigo lo que aprendo y es que se acerca el buen tiempo y los alimentos frescos tienen su lugar reservado.
En estas fechas es normal querer unos camaroncitos a la plancha, en escabeche, a la parrilla, fritos o al vapor, viendo las olas y con mucho bronceador; pero, es mejor no comer cualquier marisco, sino unos de primera calidad, como los españoles, los mejores del mundo.
A que no adivinas, la cita de hoy, viene con sabor a playa. Te traigo unos truquitos para que aprendas a elegir y preparar todos los tipos de marisco gallego, que con tantos que hay, estoy segura de que no te vas a cansar de ellos.
Desde un arroz a la marinera en una tarde calurosa, a los camarones rebozados para las fiestas de los niños; los mariscos rinden y sirven, y con ellos raramente quedamos mal, ya que con la variedad que encuentras es muy difícil que a alguien no le guste por lo menos uno, y en la península ibérica, hay muchos tipos para elegir.
Hoy viajamos a Galicia, y vamos a ver para qué sirven la variedad de mariscos que encuentras allá, y cómo los eliges más frescos, de manera que puedas saber por qué deberías incluirlos en tu menú semanal, ¿me acompañas?
Son ricos en nutrientes
Los mariscos tienen Omega 3, vitamina E y varias del complejo B, como el ácido fólico, también (sí, hay más) aportan proteína (más o menos 20 gramos por cada 100 gramos de marisco) como el pescado, con el beneficio de tener menos grasa, por lo que incluso si son fritos, no van a causarte kilitos de más.
Además, tienen zinc, calcio, sodio, yodo y magnesio, en mayor o menor cantidad, dependiendo del tipo que sea, y por supuesto, el calcio, que es beneficioso para cualquier edad, pero sobre todo, para los ancianos y niños en crecimiento.
¿Por qué mariscos gallegos?
Sí, donde hay costa, hay marisco. Pero, en Galicia, hay variedades típicas como la navaja gallega, que aunque es un poquito más costosa que sus “primas holandesas”, cuida mejor el medioambiente, ya que son recolectadas a mano y no mediante dagas succionadoras, por lo que no se daña el medioambiente, ni tú comes impurezas por error, además, al horno o en salsa, están riquísimas.
O el mejillón gallego, que queda muy bien cocido o con sal gruesa y limón, al igual que el centollo o el berberecho gallego, así como la nécora gallega y otros cangrejos. ¡Hay muchos! Y si no te decides por uno, puedes combinarlos en una rica receta de cuchara o como te guste, ¡el chef eres tú!
Como ya puedes imaginar, estos mariscos te sirven para entretener invitados en una cena formal o para picar entre comidas, dependiendo de cómo los prepares; y si estás corta de tiempo, bien puedes optar por una receta rápida con una mariscada, mediante bandejas de mariscos preseleccionados.
Del mar a tu mesa
Si sigues aquí y se te hace agua la boca con la idea de preparar estas recetas, entonces tanto a ti como a mí, nos encantan los mariscos.
Pero el gran dilema de siempre es, ¿están frescos? Pues, si huelen a mar y tienen el mismo color en toda la pieza, no se ven como un bloque si están congelados, tienes un producto de primera calidad recién salido del agua.
Y para mantenerte segura, es recomendable que antes de preparar los mariscos, los sumerjas en agua fría, los cocinas mínimo unos 10 minutos y, si preparas almejas, mejillones y otros mariscos con dos conchas, te fijes en que estos no estén abiertos; y si lo están, deséchalos de inmediato. De ser posible, come todo lo que prepares con mariscos el mismo día.
Las mil y una recetas
Con los mariscos, puedes preparar arroces, rebozados, platos típicos, sopas, pastas, salsas y cremas. Para comidas casuales o cenas románticas, los mariscos gallegos son un buen plato con cualquier preparación.
Así que ya lo sabes, toma tu delantal, ponte cómoda y enciende la cocina. Prepara estas delicias en tu cocina para deleitarte, o sorprender a tus amigos y familiares, con la receta que quieras.